Mucho glamour.... pero poco entendido

El sábado pasado se hizo en Casa AVE el WAN (Wine and Music Festival), un evento que tuvo buenas intenciones, mucho vino, buena música pero poca claridad.

Más de 300 personas decidieron ir hasta la bodega de Perdriel para derrochar glamour y estilo, pero por sobre todo, para degustar las propuestas de más de 20 bodegas que colocaron su stand en el predio de Perdriel.

Desde las 17 hasta unos minutos después de las 22 (se extendió una hora más de lo esperado) estuvieron abiertos los puestos ofreciendo sus vinos de alta gama, pero creo que, lamentablemente, nadie pudo degustar todas las opciones.

Aunque la oferta enológica fue enorme y muy rica, el resto del evento no tuvo la claridad necesaria, puesto que no estaba muy claro qué ofrecían además de las bebidas.

Por otro lado anunciaban la presencia de Narda Lepes, pero la cocinera mediática no estuvo cocinando, sino hablando al pie del escenario más de 30 minutos sobre las bondades de la cocina argentina y terminó siendo un ruido de fondo. Lo mismo sucedió con Inés de los Santos, que habló sobre la coctelería.

También promocionaban que el restaurant Azafrán estaría a cargo del catering, pero las opciones eran muy limitadas (empanadas, sanguches de jamón crudo, pizzas y picadas) y estuvimos más de 40 minutos en la cola para poder pedir la comida (y cuando estaba por pedir mis empanadas le anunciaban a la cajera que no tomara más pedidos...cuac!).

Habrá que replantearse cuál es el objetivo del WAN, qué se busca: si promocionar los vinos, crear un nuevo ambiente para degustar el vino, ser una nueva propuesta para disfrutar los sábados o darle una vuelta a la idea de Zuccardi con sus degustaciones anuales.

Lo que me dejó con el gusto amargo es que cuando a las 22 el ambiente estaba listo para explotar, cuando la gente ya había entendido la dinámica del lugar, fue justo cuando anunciaron el final del WAN. Una lástima. Espero que el año que viene se extienda y se afinen los detalles.

Twitter ahora venderá vino

La red social Twitter, la estrella de la web, producirá una serie limitada de botellas de Pinot Noir y Chardonnay que se venderán a 20 dólares en Estados Unidos. Según informaron, una cuarta parte de las ventas se donarán a la organización Room to Read, que lucha contra el analfabetismo en el Tercer Mundo.

Lo harán a través de Crushpad, una firma de San Francisco que permite que uno se convierta en enólogo, puesto que permite elegir la variedad de la uva, barrica o diseño de la botella. Del resto se ocupa Crushpad que además permite seguir los detalles del proceso de elaboración vía cámara web.

Además, Twitter mantendrá informado a todos sus enófilos seguidores a través de su sistema de mensajes de 140 caracteres (el máximo que permite cada mensaje en esta red).

Ya nada me sorprende...